martes, mayo 01, 2007

La sociedad niebla



Las barcazas encallaron. Lejos quedó el barco que me hizo amar lo desarraigado.
Pero el mar no paró de lamentarse, ya no alimentaba a sus peces del abismo con mi melancolía.

Qué quieres que te diga, mar…

No puedo estar toda mi vida entregándola a ti y a tus tediosas brumas matutinas.

Déjame que las busque en tierra, que pueda estar seguro que si me derrumbo no haya alguien debajo dándome tumbos y empujones con tus olas para que me levante.

Quiero estar en tierra firme, en un bosque que contagie otoño por las mañanas, que la niebla sea torpe por la guía de los árboles y que la primavera me bese cuando llegue el ocaso.

Mis caídas serán acolchadas por hojas muertas, pero nadie tendré al lado para que me levante.

Esta vez quiero ayudarme a mí y no dar de comer a nadie.

Ya me devorará el bosque y daré vida el día que muera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que tan importante es para ti la naturaleza. Espero que los hombres no nos la carguemos nunca ya que sin esa naturaleza, no se puede vivir, sin el bosque, sin el mar...

Son nuestros pilares, lo que nos sostienen.

Bonito texto Juan.

Black Swan dijo...

La naturaleza es la más adecuada para emplear metáforas. Sin ella no soy yo.

Ojalá todos digan lo mismo...

Para otros las metáforas son poder y dinero y yo ahí no puedo hacer nada.

Ojalá los pudiera contaminar con mis desperdicios.