Nuevas religiones y otras creencias.

Así, de primeras, con tu falda al viento fundiendose en sincronía con tu cabello. 

De golpe y porrazo me dijiste que si.

 Si, que si. 

Que todo va bien si en mi habitación solo existe tu olor. 

Que solo reina la simpatía cuando tu boca habla. 

Que el amor se palpa en el aire y tus manos lo moldea. 

Que tu magia hechiza hasta la mas oscura de las tierras. 

Que ya no soy yo el que pone pegas e instaura solo que barreras. 

Que este circulo es tuyo y yo solo trato de no abandonarlo. Dentro, a la sombra de tu cuerpo, como las leyes de un circulo pagano. 

Exorcismos al eterno frío de los corazones podridos. 

Alzando cantos a los elementos más puros para impregnar al mundo de la sencillez y majestuosidad que destila en esta maravillosa orilla. 

Juntos, en este océano, en el océano inmenso de tu pelo.