domingo, marzo 23, 2008

Miss Cocaine



Nuestro amor fue una quimera mal envuelto en papel de plata.

Espeso, líquido y maloliente.

Y nos lo fumamos hasta al borde del paro cardiaco.

Fue el culmen de nuestros excesos, nos consumimos el uno al otro hasta quemarnos los dedos, los pulmones y nuestro corazón o lo poco que nos quedaba de él.

Lo nuestro fue un camino sinuoso tan oscuro y frío que nos incineramos por llevar luz al agujero negro.

Nos quemamos, nos fumamos, nos drogamos, nos engañamos.

Ya no hay un jinete onírico virtual, ya no corre en el corcel de tus bragas.

Me caí y me clavé mi propia lanza.

miércoles, marzo 05, 2008

Boeing 787

En la maleta una carta, en la chaqueta una foto y en la cabeza un cajón desastre que mezcla el pasado carcomido por un olvido forzoso sin apenas efectividad, y papeles en blanco con olor a nuevo esperando al avión y al futuro en forma de pinturas, lápices y bolígrafos.

Se puede huir de espejismos, de anclajes absurdos, de miedo a lo real.

Pero el presente y el pasado es una soga que ata bien las manos y nuestros pies, mientras un yugo aprisiona nuestras mentes y la ansiedad nos imanta todo nuestro ser.

Se tiene miedo al llegar, a que las pinturas se descoloreen antes de usarlas, que se derritan por el sudor de nuestras manos. La cobardía se puede afilar durante años en un sacapuntas de compromisos u obligaciones en las que nunca sale el sol.

Pero quizá por inercia promovida por un tal valor que encontramos en forma de migajas en nuestros bolsillos, nos hace montar en el avión tras una buena patada en el culo.

Y volamos atravesando nubes, chubascos, borrascas y tu recuerdo.

Quien sabe que se puede encontrar uno tras la salida del tren de aterrizaje, pero creo que voy a dejar la maleta dando vueltas sobre la cintra transportadora por infinito y pillaré el taxi tan pronto como pueda.

Viajaré por la ciudad encontrando un hueco con la ventanilla bajada y jugando con la aerodinámica con la palma de mi mano.