sábado, enero 27, 2007

Al dente

Si te espero en la puerta de casa, es para que me prepares.
Para que me degustes mientras observas el techo.
Que me consumas despacio absorbiendo el amor de mis poros.

Si me envuelves en tus manos, no será mi sabor enlatado.
Si me abres despacito, suave con tus frágiles dedos tan cálidos,
no hará falta precalentarme, dando vueltas en el horno de tu boca.

Consúmeme como a ti te apetezca, dórame, contonéame en tu grill,
échame pimienta y sal, dame sabor a infinidad, que no se te quite mi sabor de tu boca.

1 comentario:

Acuarius dijo...

o paz infinita...