sábado, enero 20, 2007

El abrazo de tus ojos

Las canciones tristes activadas en mi cuarto como un sónar, se cansaron de rebotar entre pared y pared. Nada más lejos de intentar descansar entre mi almohada, se esfumaron el día que abriste la ventana.

Me cansé de lamentarme una y otra vez de porqué antes nunca me abrieron ventanas, sino lo único que hacían era regalarme una y otra vez canciones tristes.

Me agoté de porqué no le puse ningún final a todos los guiones de mis historias porque tenía miedo a la realidad, y mi imaginación daba rienda suelta hacia un viaje de mentiras.

Mentiras para consolarme, supongo.

Es fácil seguir ocultándose, pero no más allá de tus ojos.

Me abrazaron mientras las ondas de esas canciones se vapuleaban en trazos agonizantes liberándose como un símil de mi alma contra la tuya. Pero esta vez no hice como antes, esta vez no huí yo también por la ventana.

No hay comentarios: