Apoyados en el muro –donde un día fue nuestro lugar de quedadas para salir y más tarde se convirtió cuando poco a poco la amistad se fue separando, lugar de contar nuestras dichas y desdichas sobre lo ocurrido el finde los domingos por la noche- nos entra esa pesadumbre en forma de melancolía y no dejamos de ver nuestro símil entre esas hojas caídas empujadas por el viento que se esparce del árbol, que se esparce de su grupo. Aunque a nosotros nos sopló el tiempo...
Pero aún estamos. Con caras nuevas, algunos ya son padres, otros sobreviven como pueden, otros se casaron y otros piden el divorcio a la soledad, otros tienen negocios realmente rentables y algunos volaron del nido hace muchos años.
Algunos se cayeron de él y sus heridas sentenciaron su muerte, otros aún se dejan ver en pleno vuelo…
Pero el muro aún está allí, y yo me hago como hoy un año más viejo. Aún de vez en cuando nuestras mentes nos reúnen ahí a pesar que el muro se convirtió hace años en pisos de protección oficial.
3 comentarios:
...y así nos pasamos la vida... bueno...
Feliz cumpleaños!
GRACIAS!!!!
felicidades!!!!!!!!
retrasadas :(
;****
Publicar un comentario