domingo, junio 08, 2008

Las manchas negras son del rimmel

Saboreo cada milímetro de tu cuello de tal manera que induzco mis papilas gustativas al suicidio.

Crema de manos, rimmel derramado.

Avon sangrante tan delicioso que no me importaría dejar de existir en cada tramo de tu cuello.

Saboreando, degustando.

Tan exquisita como la mascarilla de tu pelo.

La química que nos unió se esconde detrás de la creada en los laboratorios.

No me importa…

Te comería, te devoro. Te consumo, te degusto, te arrebato mil farmacias.


Devoro
Devoro..
..el maquillaje de tu rostro
y el compacto de tus polvos
y el colorete

Devoro..

..ese rímel en tus pestañas
y el sombreado de tus párpados
y tu crema facial
y es que en ti
y es que en ti todo me sabe a pan
angélical

y arriba la pintura de tus labios
que consumo con gusto
y te arrebato
decenas de microbios
deliciosos
que tu lengua transporta
hasta la mía

y desde tus arroyos de saliva
mi beso se desliza por tu cuerpo
sorbiendo las bacterias que pululan
sobre tu body-cream

y luego
también está
el tembloroso rocío
de tus gotas de sudor.

y por fin dejas libres e incitantes
las sendas que conducen a tus sales vaginales
o a tus heces
pues esas son, sí,
las máximas ofrendas que me ofreces
las sendas que conducen a tus sales vaginales
o a tus heces
pues esas son
las máximas ofrendas que me ofreces

y yo me pregunto
yo me pregunto
yo me pregunto: ¿y tú quién eres?
mas no investigo
es esa tú que tú me muestras
la que deseo al ir contigo.
es esa tú que tú me muestras
la que deseo al ir contigo.


1 comentario:

Roxana dijo...

jejeje, yo tengo una teoría: el amor es igual que la cadena trófica... yo lo devoro, él devora a otra...