lunes, enero 16, 2006

Algunas mañanas son de terciopelo

Anoche hubo tormenta.
Anoche las gotas que caían en la repisa de mi ventana eran tan fuertes, que ocultaban mis llantos y mis lágrimas se entremezclaban con la lluvia.
Anoche decidí buscar entre los recovecos de mi almohada viejos recuerdos que me hacían dibujar una sonrisa (casi forzada) que intenté mantenerla toda la noche.

Anoche me levanté y busqué en mi cajón prohibido esas hojas escritas llenas de mis malos pensamientos y les prendí fuego.

Anoche comprendí que aunque tire tus fotos y tus escritos te tendré siempre paseando por mi cabeza y que nunca me podré distanciar de ti.

Anoche fui feliz y canté canciones que pensaba olvidadas.

Por la mañana me desperté y te vi reflejada en mi ventana, y comprendí que aún te amo, y que después de este camino pedregoso, creo que tú también quemastes mis fotos y comprendistes que no hace falta guardarlas para no olvidarme.

4 comentarios:

Mario dijo...

he entrado a tu blog, tus letras me parecen exactas, te seguire leyendo

Emma was an angel dijo...

y lo dices.. asi sigue mi dia de hoy..

Emma was an angel dijo...

Por que derepente son personas diferentes?

Black Swan dijo...

Nunca has cambiado de estado anímico por un recuerdo, por una palabra, por una sonrisa que deambula en tus pensamientos?