domingo, octubre 26, 2008

A la sombra de tu pecho

No hay nada comparado como el dormir en la sombra de tu pecho

Quizá el primer torrente que baña la ladera cuando las lluvias tientan a la soledad

Quizás esos ojos del recién nacido que mira a la madre reflejando el brillo de la vida

Quizá el despertar de los domingos a medio día con olor a tostadas y el gruñido del exprimidor

Quizá el horizonte, que acuna al sol dormido sobre las laderas


Quizá no haya nada mejor que tus senos acolchando mi mejilla, mi frente y mis miedos

No hay comentarios: