lunes, mayo 12, 2008

Hospital Medianoche

Las puertas se abrieron a destiempo.

En el momento justo en el que pudieron salvar mi vida del gran golpe.

Tus puertas fueron selladas por tu mente y abiertas por tu oportuna conciencia.

Quizá te remordía demasiado o quisiste quedar bien.

Ya no lo sé…

Pero llegas tarde, ahora mi enfermera me besa las heridas y me ata las cordoneras.

Hospital del tiempo en la calle de los lisiados, donde las ortopedias ensamblan nuevos corazones, donde las enfermeras de nuevo los roban y nos hacen creer que son de prestado.

El negocio de Cupido se convierte en monopolio lleno de prestamistas, hipotecas y burbujas idiosincrasias a punto de explotar.

Seguiremos en rehabilitación por un tiempo más y que me enseñen a abrir las puertas antes de entrar.

2 comentarios:

Roxana dijo...

jejejeje, la frase final... siempre la frase final!...es como la caja de Pandora pero al revés, nos invade la desesperanza...

Black Swan dijo...

jajajaja, cuanta razón tienes.

Me encanta eso de: "es como la caja de Pandora pero al revés, nos invade la desesperanza..."