sábado, enero 26, 2008

Medicina Interna

Esculcando corazones, llegué a darme cuenta que con el tuyo el mío avanza más rápido hasta tener la sensación de que va a estallar mi pecho. Y me pierdo en tan densa sinfonía sintiéndolo en la palma de mis manos cuando atraviesan tus senos. Boca angosta que enciende sus luces de neón cuando mi lengua atraviesa la tuya. Rincones llenos de rocío que hacen a los míos lluvia de mayo.

Terminemos nuestra inspección cuando se diga el “AHHHH” más sincero. Que termine cuando nuestra alma no pueda aguantar tanta pasión y nuestro cuerpo explote en gritos de placer.

Ya no quiero sábanas ni la danza del colchón. Podía morirme en tus brazos y pensar de que mi vida renacerá desde ese último beso de tus labios. Compramos juntos una nueva vida de unas pocas horas rebozados en sudor, arquitectos de cuerpos y sangre estudiando nuestra última lección.

A noche aprobamos el examen, nos graduamos en el amor.

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