sábado, septiembre 10, 2005

Luces en la tormenta



Tantos caminos que hemos andado, tantas voces que aún recorren en constante reverberación por mi cabeza, todo lo que me habéis dado es insuficiente.

Ya no quiero oir risas, ya no quiero ver vuestra complicidad a veces hasta forzada, ni compartir vuestros momentos más felices, pues solamente soy como vuestro espejismo en el que ni siquiera me veo reflejado.

No soy imprescindible, no os engañéis, vuestras mentiras ya las ahogué en cien lagos de lágrimas mientras trataba de escapar en una balsa de esperanza.
Ahora voy por el camino solo, he abandonado las sombras que lo único que me hacían era compañía sin ninguna aportación que frío.

Qué buscáis de mi? Solamente mi humor? Que sea el único que os escuche? Que en plena fase de nuestro éxtasis artificial sea el único que implante un poco de surrealismo y cordura a la vez?

Yo necesito algo más y no pienso pararme, lo buscaré aunque sea en un aparato electrónico.
Y no, esto no es tan helado como lo pintan, la frialdad viene desde vuestros ojos, y no de mi pantalla.

No hay comentarios: